lunes, 1 de junio de 2009

Interdependencia compleja

Keohane y Nye, en su obra Power and Interdependence (1989), desarrollan una postura teórica de cómo analizar los procesos de interdependencia que se dan en el mundo actual.

Esta teoría se basa en ofrecer una alternativa a la visión llamada realista, la cual se basa en que los asuntos militares y de seguridad nacional son los que priman en la agenda de relaciones internacionales.

El libro trata sobre dos preguntas fundamentales: ¿qué caracteriza la interdependecia en el mundo actual? y ¿cómo evolucionan los cambios en los regímenes internacionales?

Para ello los autores previamente reflexionan sobre tres conceptos: poder, sensibilidad y vulnerabilidad.

El poder, en términos de los autores, se entiende como el control que se tiene sobre las salidas (outcomes) de las relaciones que se dan en los regímenes donde se establece la interdependencia. Esto se diferencia de la concepción más cercana a Max Weber del poder, donde este se caracteriza por la capacidad de una persona de que otra haga lo que esta quiera aun contra su voluntad. Si en vez de “persona” se cambia el término por “actor”, se tendría lo que los autores caracterizan en su reflexión sobre el poder. No obstante, como se señaló, el concepto que se maneja es aquel que da a un actor o conjunto de actores “el control sobre las salidas”.

La sensibilidad es un concepto relacionado con el poder por el cual se estima cuánto un cambio en un país puede afectar a otro y qué costos tiene dicho cambio en las políticas del segundo. La sensibilidad puede ser económica, política o social. En lo referente a la sensibilidad, la políticas no se alteran.

La vulnerabilidad se refiere a la susceptabilidad de un actor de sufrir los costos de eventos impuestos externamente, aún cuando se hayan cambiado las políticas.

Por ejemplo, la sensibilidad por la crisis de los precios del petróleo a finales de los años 70 se dio en todos los países, tanto desarrollados como no-desarrollados. Pero los primeros tuvieron más capacidad de enfrentar tales cambios, mientras que los segundos, debido a esto y a otros factores, tuvieron que realizar cambios profundos en sus sociedades (por ejemplo en América Latina). En el caso de estos últimos, la crisis de los precios se dio más en la dimensión de vulnerabilidad.

Características de la interdependencia compleja

La interedependencia compleja se opone a la interdependencia realista. Esta última establece que los actores se mueven por intereses de seguridad nacional, que la agenda está mediada por este criterio y que, por ende, el uso de la fuerza es la prioridad en ello. Debido a lo anterior, es que la comunicación principal que se da es a nivel de los Estados Nacionales.

Por el contrario, la interdependencia compleja establece que:

1.Los asuntos de seguridad nacional y, por ende, el eventual uso de la fuerza militar no son los más importantes.
2.No hay una clara priorización de los asuntos por tratar dentro de un arena particular de política.
3.Hay múltiples canales de comunicación por actores gubernamentales y no gubernamentales.



El proceso político en la interdependencia compleja es, precisamente, más complejo.

En una visión realista, el ligamen estratégico de los asuntos por tratar quedaría sujeto a los intereses de los países más poderosos que tienen más poder y capacidad de uso de fuerza, bajo el prinicipio de la “seguridad nacional”. Por el contrario, en el caso de la interdependencia compleja, los distintos asuntos restan la capacidad del uso de la fuerza y su ligamen estratégico es menos evidente.

En cuanto al establecimiento de la agenda se da por muchos factores políticos, por ejemplo, presiones domésticas o internacionales relacionadas con el crecimiento económico, cambios tecnológicos etc. Los grupos de presión a lo interno o externo de un país determinan en muchos casos la agenda por tratar.

Los contactos transnacionales y transgubernamentales son analizados dentro de la interdependencia compleja. Los asuntos trascienden el ámbito de las agencias oficiales de asuntos exteriores de los Estados Nacionales y se recurre a mayores contactos entre burocracias, grupos empresariales, transnacionales etc.

Por últimoel rol de las organizaciones internacionales toman mayor relevancia en la medida que crean la institucionalidad internacional sobre diversos asuntos (económicos, ambientales, territoriales, marítimos, etc.). Esto, además, da la oportunidad a los Estados más débiles de poder encontrar un “foro” donde establecer presión sobre asuntos de su interés, como el caso de la Asamblea General de la ONU, donde no hay un voto ponderado por país (como es el caso del FMI).

Cambio de régimen

Se abordan cuatro aspectos para poder abordar las explicaciones del cambio de régimen.

El primero se refiere al ámbito económico. Este haría ver que los cambios que se dan en la economía y los factores que la afectan, como el desarrollo tecnológico, pueden explicar en parte los cambios que se dan en los regímenes internacionales de interdependencia. Un ejemplo sería la Crisis de la Bolsa en el año 1929 que lleva cambios en el sistema monetario. Sin embargo otros factores, sobre todo políticos, deben considerarse para explicar los cambios, por lo cual el aspecto económico es insuficiente para poder explicar los cambios.

El segundo es la estructura global de hegemonía, esto es, parecido a la postura de Gilpin, que exista un poder hegemónico que pueda gobernar el régimen global y que de su declive también se puedan explicarse los cambios. Sin embargo se pueden encontrar varios contraejemplos, como el caso de los océanos, en las últimas décadas, donde el poder hegemónico no puede “alinear” a los demás actores de acuerdo con sus intereses y donde los países más débiles han conseguido varios derechos en contraposición a los EEUU. Por lo tanto, esta perspectiva no es suficiente para explicar los cambios.

Una tercera perspectiva es el enfoque por temas (issues), el cual le resta capacidad global de explicación. Pero, por otra parte, puede concentrarse en determinar aspectos de qué actores, en un tema dado, pueden establecer dominio para definir un régimen que se amolde a sus intereses. De nuevo, el concepto de poder que se define acá, es aquel de “controlar las salidas”. El caso de los océanos

Por último, la perspectiva de organizaciones internacionales indica que estas pueden responder a crear un régimen que puede dar estabilidad a las relaciones. Estas organizaciones, no obstante, están mediadas por los intereses de ciertas élites en ciertos temas. En el concierto de organizaciones, pueden existir algunas más formales, como la ONU, otras menos formales y que reunen intereses de actores o países específicos (la OECD, OPEP, etc.). De acuerdo con los autores, varias “élites” pueden afectar las normas de los regímenes establecidos, pero que un cambio de regimen puede significar un alto costo.

Combinando estas perspectivas, los cambios en los regímenes monetarios y de los océanos pueden analizarse.

De acuerdo con ciertos procesos en la historia, cada una de estas áreas puede ser mejor explicado en alguna de las perspectivas anteriores.

En primer lugar, estos regímenes están más acuerpados por la interdependencia compleja que por la visión realista.

En ninguno de los dos casos, si bien hay momentos en la historia donde hay circunstancias bélicas (especialmente en el caso de los mares), el aspecto de la seguridad nacional no necesariamente es el tema prioritario. Hay muchas disputas en el tapete del tipo comercial, derechos de pesca, explotación de recursos marítimos y petróleo, que se negocian entre distintos actores. En el caso monetario, el advenimiento de nuevas potencias que amenzan la posición del actor más poderoso (EEUU) y la acción del mismo EEUU para perder cierta posición frente a Europa y Japón, hacen poco factible que el tema de la “seguridad nacional” sea el que explique el proceso de estas políticas.

Por otra parte, hay varios actores extragubernamentales que intervienen en el tema: multinacionales, grupos de pescadores, por ejemplo en cada caso, que pueden ejercer presión sobre la agenda que se establece.

En el cambio de régimen, por su parte, hay momentos de la historia que posiblemente alguna perspectiva pueda explicar mejor que otra. El caso monetario tiende a verse desde una perspectiva económica y de poder hegemónico, si bien hay participación, como en el último tiempo, de otros actores como Europa y Japón. El tema da poca participación a países más débiles y siempre queda en el ámbito de una élite que establece regímenes que les son favorables, como el caso de las instituciones de Bretton Woods.

En el caso de los océanos, el cambio de régimen ha contado con la presión de países más débiles, cuyos recursos marítimos le son importantes por razones de subsistencia, protección ambiental, explotación de recursos pesqueros o energéticos. En especial, los países latinoamericanos se han confrontado después de 1945, con el poder hegemónico, EEUU en los derechos que tienen aquellos sobre el espacio marítimo. La ONU, en los años 70, resuelve otorgar la potestad soberana a cada Estado sobre 200 millas naúticas desde la costa. Una perspectiva por “tema” (issue), la cual explica un cambio en los regímenes que se aleja de la visión de un poder hegemónico, parece explicar mejor estos cambios.

Liderazgo e interdependencia

Un aspecto de la política global es la aparición de una multiplicidad de actores que tienen intereses diversos en temas específicos. En una visión aceptada hoy en día, se puede decir que estos se pueden clasificar entre actores estatales, del mercado y de la sociedad civil, entendiendo esta como grupos que buscan representar intereses específicos de un sector de la sociedad (ambiente, empleo, etc.). Esto siempre plantea un problema de gobernabilidad importante, puesto que no es claro el proceso que pueda institucionalizar un régimen que pueda responder a la multiplicidad de intereses.

Tal imagen se puede extrapolar al ámbito internacional. El proceso de liderazgo está afectado por varios aspectos, tanto de competencia doméstica como externa. Ciertamente EEUU perdió dicho liderazgo en materia marítima (tal como lo indican los autores, en tiempo de paz) por un proceso político que “favorece” a los países más débiles. Así también, en el ámbito monetario, la “emergencia” de nuevas potencias económicas, la presión de grupos internos afectan la política de este país en el contexto internacional y, por ende, su capacidad de liderazgo.

En la crisis actual, es preciso tener este panorama para poder explicar la situación de los EEUU y su rol en el mundo, así de otros liderazgos que están surgiendo, como el caso de China.

La reunión del G-20 parece establecer algunas nuevas normas en el régimen económico (supresión de paraísos fiscales, intervención estatal en el mercado financiero, etc.). Son procesos que hay que poner atención en la cual, la teoría de la interdepencia compleja pueda explicar, dado que la situación parece alejarse de una explicación de “seguridad nacional”, si bien la Administración Bush (en apariencia), usó profundamente la perspectiva “realista” que se explica en este libro.