viernes, 17 de abril de 2009

El daño causado por el Dow

Presentación del artículo de Paul Krugman del libro “El gran resquebrajamiento”. Previo a la presentación del artículo, es importante introducir el significado del índice del Dow Jones. El Dow Jones el más antiguo índice bursátil creado a finales del siglo XIX por el Wall Street Journal. El que más se utiliza es el llamado DJIA (Dow Jones Industrial Average), el cual provee el promedio del valor de las acciones de las 30 compañías más importantes de Estados Unidos.

A la fecha del día 18 de marzo de 2009, el Dow Jones está situado en 7 486.58. Para el año 1999, el índice alcanzó el valor de 10 000.
De acuerdo con el siguiente gráfico, se traza una recta de regresión del valor promedio del índice, de acuerdo con un crecimiento económico esperado, y las desviaciones del índice de acuerdo con esa recta.

El autor del blog donde se extrae esta gráfica, sitúa algunos momentos importantes del valor del Dow Jones: agosto de 1929, previo a la quiebra de la bolsa. En ese momento se nota una sobrevaloración del índice de un 62%. Para diciembre de 1999, previo al estallido de la “burbuja tecnológica”, el índice se sobrevalora, de acuerdo con esta medición, en una magnitud del 63%. Para el momento de la “burbuja hipotecaria”, el índice se sobrevalora en un porcentaje del 56%.

Krugman, en este artículo, llama la atención sobre el hecho de que existe un efecto perverso en los índices bursátiles, en particular cuando han estado al alza.

En primer lugar, esto puede obedecer al “paradigma de Ponzi”, es decir, arrastrar a una serie de inversionistas, en una estructura de pirámide, sobrevalorando una situación optimista (tal como el caso de Madoff). De alguna forma, lo que sucede en la bolsa con las burbujas, es un problema al estilo de Ponzi. No obstante, cierto sector de la prensa promueve el invertir, por ejemplo, en compañías que están orientadas a nuevas tecnologías, o más ampliamente, en empresas de la Nueva Economía, como el caso de la burbuja de las empresas “Punto Com”.

Pero lo que más llama la atención el autor, es sobre el hecho de que este auge accionario fue una ventana para la implementación de políticas irresponsables (de acuerdo con su criterio). En virtud de que los años 90 permitieron un superávit fiscal, gracias en gran medida a la recaudación hecha producto del retorno de las inversiones bursátiles, el gobierno de Bush promovió un recorte tributario, producto de que el gobierno “tenía las manos llenas de dinero”.
Si bien la situación del 2001, ya con la burbuja desinflada, no era la misma del año 1999, el recorte siguió en marcha como medida para “frenar la recesión”.

Lo que principalmente viene a tratar de ilustrar el autor, es que una burbuja como la que se da en el mercado de valores, promueve malas decisiones en la política y en los negocios.


1 comentario:

  1. Como estableces en mi blog, la relación entre nuestros artículos es muestra de que se crean burbujas exorbitantes de que todo marcha a la perfección. Pero que al momento en que se explotan las consecuencias van más allá de la bolsa de valores. Y como es en el caso del artículo que aquí desarrollas, la burbuja producto el imaginario de que todo estaba bien y como era así se podían producir cambios en las políticas sobre recortes tributarios y que luego fueron usadas para un escenario de frenar la recesión. Sin lugar a dudas concuerdo en que las burbujas en el mercado de valores promueven malas decisiones en la política y en los negocios. Tal pudiera ser el caso de Hugo Chávez en Venezuela con la especulación del petróleo. Cuando el petróleo dictaba un precio alto, las políticas de Chávez fueron de gastar más dinero por parte del estado y ahora que se exploto la burbuja de precios altos, ¿qué se va a hacer? ¿Se ha tenido entonces que recurrir a otras alternativas en Venezuela? O ¿se seguirá gastando la plata por un tubo y siete llaves?

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